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Antes de sumergirnos en el proceso de organizar nuestro trastero, es esencial entender por qué esta tarea es tan importante.
Si estás leyendo este artículo, es probable que ya tengas razones claras para hacerlo. Quizás te has quedado sin espacio o has experimentado la frustración de no encontrar algo cuando más lo necesitabas. El trastero, al igual que cualquier otra parte de tu hogar, tiene un impacto significativo en tu vida cotidiana.
Espacios olvidados: el trastero como parte de tu hogar
El trastero, el garaje, el sótano o incluso un cobertizo en el jardín son extensiones de tu hogar. Su estado y organización pueden afectarte tanto como el espacio habitable.
Cuando estos espacios se desbordan de objetos, el estrés y la frustración pueden apoderarse de tu vida. El desorden en tu trastero puede llevar a situaciones incómodas, como no encontrar lo que buscas, culpar a otros por la falta de organización o incluso tener que reemplazar objetos que se han dañado por no haber sido almacenados adecuadamente.
Comienza vaciando el trastero
El primer paso que debes hacer, si aún no lo has hecho, es realizar un inventario de todos los elementos que se encuentran en tu trastero. Para llevar a cabo esta tarea, es probable que necesites sacar todo lo que se encuentra dentro. Aunque pueda sonar abrumador, este paso es fundamental y te resultará sumamente útil. No dudes en empezar a sacar todos los objetos del trastero.
Este proceso te proporcionará una visión clara de todos los elementos que se han ido acumulando en tu trastero con el tiempo. Cuando abres la puerta, es común encontrarte con una maraña de objetos desordenados y sin un propósito claro. Realizar un inventario completo te permitirá saber qué objetos mantener y de cuáles deshacerte.
Despeja tu trastero
Mientras te sumerges en el proceso de inventario, no subestimes la importancia de llevar a cabo una limpieza exhaustiva de tu trastero, incluyendo todas las estanterías y rincones.
Este es el momento perfecto para considerar qué objetos ya no tienen utilidad y cuáles no has utilizado en mucho tiempo. Algunos de estos elementos podrían ser donados, mientras que otros podrían ser reciclados. No vuelvas a introducir en el trastero aquellos objetos que has dejado de lado.
Al realizar este proceso, además de organizar, ganarás espacio adicional.
Orden y Accesibilidad
Una vez hayas tomado decisión de deshacerte de los objetos que ya no tienen cabida en tu vida, es crucial establecer un sistema efectivo para organizar lo que te queda. Ya sea a través de estanterías, ganchos o cajones, debes considerar a tu trastero como una extensión natural de tu hogar.
En este punto, la clave es ser realista y crear un sistema de organización que puedas mantener a lo largo del tiempo. Esto asegurará que el caos no regrese rápidamente.
Etiqueta y Cataloga
Una vez que hayas decidido qué elementos conservar y cómo organizarlos, llega el momento de etiquetar tus cajas y estanterías y de crear un inventario detallado.
No te limites a colocar una etiqueta general como «cocina» en una caja; en su lugar, especifica claramente su contenido. Esta práctica te facilitará la búsqueda de objetos en el futuro, evitando la necesidad de abrir y cerrar múltiples cajas, lo que podría conducir al caos una vez más.
Decidir si todo está en el lugar más lógico
En general, solemos asignar objetos a lugares que tienen sentido, pero es común que al menos un 10% de tus pertenencias no estén ubicadas donde deberían. Puede ser debido a la falta de organización previa o cambios en tus necesidades.
Revisa tus listas y observa si hay elementos que claramente no están en su ubicación lógica. Por ejemplo, podrías tener herramientas en diferentes lugares sin razón aparente. Tomarte el tiempo para reflexionar sobre la ubicación lógica de tus objetos te facilitará el proceso de reorganización.
A la hora de organizar tus objetos, coloca aquellos que utilizas con mayor frecuencia al alcance.
Qué guardar y qué no guardar en el trastero
A la hora de decidir qué objetos deben habitar tu trastero, es útil pensar en categorías específicas:
- Objetos que usas muy de vez en cuando: aquí entran objetos estacionales, herramientas poco frecuentes y otros artículos que no utilizas a diario.
- Cosas estacionales: artículos que solo utilizas durante una época del año concreta, como decoraciones navideñas o equipo de jardinería.
- Por si acasos: elementos que mantienes «por si acaso» los necesitas en el futuro, como piezas de repuesto o artículos de emergencia.
- Objetos con valor sentimental: elementos que tienen un significado especial y que deseas conservar, pero que no usas a menudo.
- Cosas grandes que usas con relativa frecuencia: elementos voluminosos, como muebles plegables, que utilizas ocasionalmente.
- Cosas innecesarias: objetos que ya no necesitas o que están dañados y obsoletos, los cuales deberían salir de tu hogar en lugar de almacenarse en el trastero.
Tu trastero es un componente vital de tu hogar, y su organización adecuada puede hacer que tu vida sea más sencilla y eficiente. Siguiendo estos pasos, podrás convertir tu trastero en un espacio funcional y libre de caos, sin importar si se encuentra en un garaje compartido, en el sótano o en el desván.