Tiempo de lectura: < 1 minuto
El primer paso fundamental es realizar un análisis detallado de la situación del inmueble. Esto implica evaluar el estado técnico de la estructura, verificar la normativa urbanística vigente y comprobar la existencia de posibles cargas financieras o legales. Además, es clave estudiar el mercado para determinar si el proyecto original sigue siendo viable o si es necesario reformularlo. Sin este diagnóstico previo, cualquier intento de reactivación puede llevar a más problemas en lugar de soluciones.